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martes, 15 de agosto de 2017

“La oscuridad tiene tu olor, mi olor, y ese otro perfume que nace de la piel cuando se juntan nuestros cuerpos.
Cierra los ojos.
Toca mi cara.
Tus dedos borrarán la sombra, no importa que sea de noche, no importa que desconozcas el rostro que tendré al amanecer.
Cada segundo puede ser toda la vida.
Mañana mi piel estará seca, o deshecha en el aire o será un verde germinal, un rojo efímero; pero ahora las yemas de tus dedos tienen toda la luz.
Perdono al porvenir.
Las trampas que he tendido tienen la misma inocencia del juego de la alquimia.
Para el hombre no existe otro destino que el manantial inédito.
Toca mi rostro, sálvalo en la memoria de tus manos.”

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No es que me haya vuelto insensible… mi corazón está en huelga, en este momento no soporta amores pasajeros ni amores a medias. ...